Las escuelas funcionan mejor cuando los maestros trabajan juntos. Requiere tiempo y práctica para hacerlo de manera efectiva.

La mayoría de las escuelas exitosas (y sus líderes) piensan en sus escuelas como comunidades de aprendizaje. En sistemas escolares colaborativos, el desarrollo profesional está integrado con las actividades de enseñanza. Esto incluye analizar datos juntos para mejorar estrategias de instrucción, compartir perspectivas sobre un estudiante que está teniendo dificultades y colaborar en la planificación de lecciones. La colaboración es difícil de implementar por muchas razones, principalmente las limitaciones de tiempo.

El tiempo para colaborar se negocia en el contrato

La colaboración, preparación, desarrollo del personal y tiempo para reuniones ocurren durante horas laborales pagadas, y como tal, son elementos negociados en el contrato del maestro. Cuando los presupuestos son ajustados, los distritos y sindicatos tienden a priorizar el tiempo para la instrucción básica. El tiempo para trabajos fuera del aula se reduce.

Ponte en el lugar de un maestro que no ha recibido un aumento en mucho tiempo: ¿preferirías que tu sindicato negociara un aumento salarial en el contrato, clases un poco más pequeñas o más tiempo para colaborar? Los presupuestos requieren decisiones difíciles.

Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAP)

Algunos directores reciben capacitación específica sobre cómo unir a los maestros en Comunidades de Aprendizaje Profesional (PLC, en inglés) efectivas. Al reunirse regularmente para discutir sus prácticas y abordar desafíos, las CAP ayudan a crear una cultura de mejora continua en una escuela.

Al menos, esa es la teoría. La investigación sobre el impacto de las CAP ha sido casi irónicamente ambigua. En un estudio notable, el personal de distritos escolares clasificó las CAP como la forma de desarrollo profesional con la que estaban más insatisfechos. Muchos también la clasificaron como una forma de desarrollo profesional en la que querían invertir más tiempo, aunque clasificaron la observación de clases y el entrenamiento como prioridades más altas. Edutopia, un sitio sin fines de lucro enfocado en maestros y enseñanza, incluye regularmente publicaciones sobre cómo hacer efectivas las CAP.

Los mejores sistemas escolares invierten en el tiempo de preparación de los maestros

Los maestros en la mayoría de las escuelas públicas estadounidenses pasan la gran mayoría de su tiempo escolar frente al aula. El tiempo para preparación y colaboración es limitado.

La colaboración es un desafío de implementar y puede adoptar muchas formas. Después de éxitos anecdóticos tempranos en Shanghái y Finlandia, la OCDE lanzó un estudio sobre prácticas de enseñanza colaborativa en 48 localidades globales:

Es un estudio complejo, y las respuestas son tan variadas que es difícil sacar conclusiones fáciles de ellas. Los dos tipos de colaboración más reportados son “discutir el desarrollo del aprendizaje de estudiantes específicos” (61% de los maestros) e “intercambiar materiales de enseñanza con colegas” (47%).

Los maestros quieren colaborar

La experiencia de la pandemia reforzó la importancia de la interacción en la educación. Enseñar en solitario puede sentirse aislante. Un entorno de trabajo colaborativo ayuda a hacer que la enseñanza sea atractiva como profesión y posibilita grandes cambios. Es emocionante y satisfactorio trabajar con otros que comparten tu vocación. Muchos maestros tienen una relación de amor/odio con la exitosa serie Abbott Elementary, porque explora las ironías, conflictos y camaradería de la escuela como lugar de trabajo.

Enseñar no es solo una vocación; también es un trabajo. Las próximas lecciones explorarán beneficios, salarios, seguridad laboral, y seguridad en la jubilación, todos los cuales son elementos críticos del "panorama general" de la educación.

Actualizado en diciembre de 2024