¿Cuál escuela quiere apoyar?
La lección anterior explicó el sistema de financiamiento escolar de California, particularmente la Fórmula de Financiamiento de Control Local (LCFF).
Esta lección se enfoca en los importantes fondos estatales y federales que no forman parte de LCFF.
En las finanzas públicas, los fondos que solo pueden usarse para propósitos específicos se conocen como fondos categóricos o fondos restringidos. Funcionan como cupones — valiosos, pero inflexibles y un poco engorrosos de administrar.
En algunos casos, los programas categóricos están conectados con la financiación federal. En otros casos, se crean en respuesta a prioridades definidas por el estado.
La ley federal requiere que las escuelas proporcionen "instrucción especialmente diseñada y servicios relacionados… para satisfacer las necesidades únicas de un niño con una discapacidad." Es el programa categórico más grande en educación.
Aproximadamente uno de cada ocho estudiantes en California está identificado para recibir servicios de Educación Especial. Esta tasa ha aumentado modestamente desde principios de los 2000, impulsada significativamente por el autismo. La mayoría de estos estudiantes requieren servicios que cuestan solo un poco más que un programa normal, pero algunos estudiantes necesitan intervenciones intensivas que cuestan mucho más. El costo promedio de la educación para estudiantes de educación especial es más del doble del promedio.
Tanto las leyes federales como estatales requieren que las escuelas públicas eduquen a todos los estudiantes, incluidos aquellos con necesidades especiales. Los fondos categóricos para Educación Especial son asignados tanto por el presupuesto estatal como por el gobierno federal, pero los fondos categóricos no cubren el costo total. Corresponde a los distritos escolares locales cumplir con la obligación legal de educar a todos los niños.
El gobierno federal tiene un historial débil cuando se trata de cumplir con sus compromisos de financiar la educación especial. Por ejemplo, en 2018-19 la financiación federal para la educación especial en California fue insuficiente en un asombroso $3.2 mil millones, más de $4,000 por estudiante identificado. Los distritos escolares locales están obligados a compensar la diferencia, lo que efectivamente reduce la cantidad que tienen para sus programas básicos.
A veces, este mandato no financiado ha sido enorme. En un estudio de 2020, California Special Education Funding System, WestEd estimó que las escuelas en California gastaron $13 mil millones en educación especial en 2018-19, y más de la mitad provino de fuentes locales. Durante el año escolar 2021-22, la financiación categórica combinada estatal y federal cubrió aproximadamente un tercio del costo adicional de la educación especial. Aproximadamente dos tercios de los costos adicionales de la educación especial fueron pagados por fuentes de financiación locales.
En general, los distritos reciben fondos estatales para la educación especial basados en la matrícula general en lugar de un recuento real de estudiantes con discapacidades. Esto se conoce, contradictoriamente, como un enfoque basado en el censo. Los fondos categóricos para la educación especial se dirigen a consorcios locales de escuelas y distritos, llamados Áreas de Planificación Local para la Educación Especial o SELPAs. Los SELPA, a su vez, desarrollan planes locales para asignar fondos. Los montos reales por alumno para cada SELPA varían según factores históricos.
Los fondos federales cubren alrededor de una décima parte del costo de la educación especial
La financiación de la educación especial es un tema candente de quejas. Los distritos locales dicen que les cuesta demasiado. Los padres y maestros se preocupan de que los estudiantes no reciban los servicios que deberían. Y los responsables políticos luchan por comprender cómo funciona el sistema. Existe un amplio consenso de que el sistema necesita ser reconstruido, pero no hay un acuerdo fuerte sobre cómo hacerlo. Cuando California reinventó el financiamiento escolar en 2014 con la Fórmula de Financiamiento de Control Local (LCFF, explicada en la Lección 8.5), se omitió la reforma del sistema de financiamiento de la educación especial. Sigue siendo un programa categórico. Para más información sobre la educación especial, consulta la Lección 2.7 de Ed100.
Con cerca de 6 millones de niños en edad escolar y decenas de miles de edificios, los costos de las instalaciones son un gasto sustancial y continuo que los funcionarios de los distritos escolares y del estado deben planificar.
El dinero asociado con la construcción y renovación de instalaciones escolares proviene de una combinación de fuentes locales y (a veces) estatales. Estos fondos y gastos de capital implican deuda y depreciación, por lo que la contabilidad se mantiene separada de los fondos operativos utilizados para administrar las escuelas. Este tema se explica en la Lección 5.9 de Ed100: Instalaciones Escolares.
Tanto el gobierno estatal como el federal de vez en cuando proporcionan incentivos financieros para alentar a las escuelas K-12 a tomar medidas o participar en programas.
Por ejemplo, como parte de las medidas de estímulo fiscal promulgadas bajo la administración de Obama, el gobierno federal creó el Fondo de Inversión en Innovación, mejor conocido como las subvenciones i3. Estos premios proporcionaron financiamiento temporal a distritos escolares, escuelas chárter y organizaciones comunitarias para probar nuevas ideas y demostrar el valor de nuevas prácticas.
Quizás los funcionarios de California tomaron una página del libro federal cuando reservaron $250 millones para fomentar la innovación en el área de la educación técnico-profesional al crear el "Fideicomiso de Caminos de Carrera de California". El programa otorgó subvenciones a escuelas y colegios comunitarios para trabajar en asociación con empresas locales para crear nuevos programas y currículos técnicos. La subvención en bloque para Escuelas de Bajo Rendimiento destinó $300 millones a escuelas con bajos resultados, sujeto a un proceso de solicitud y dos rondas de informes. A partir de 2024, el programa ya no recibe fondos.
A veces, las escuelas de California enfrentan circunstancias especiales que requieren financiamiento más allá de lo asignado al comienzo del año fiscal. Cuando el gobierno federal acude al rescate, lo hace proporcionando fondos categóricamente definidos.
La constitución de California requiere un presupuesto equilibrado. El gobierno federal puede asumir deudas, por lo que está mucho mejor equipado para gastar grandes sumas en una emergencia. Por ejemplo, la pandemia de COVID-19 impuso costos temporales dramáticos en el sistema educativo de California. La Ley de Ayuda, Recuperación y Seguridad Económica por el Coronavirus (CARES), aprobada en marzo de 2020, proporcionó $30.75 mil millones a los estados para la educación. California aumentó el gasto en educación en 2020 en parte al tomar fondos de otros programas estatales. Esa estrategia solo fue viable porque el Congreso aprobó el Plan de Rescate Estadounidense, otorgando a los estados el apoyo financiero que necesitaban para responder a la calamidad.
El servicio de alimentos es una de las intervenciones federales más antiguas en los sistemas escolares. Las comidas se preparan o coordinan a través de las escuelas, con los costos apoyados por una mezcla de fondos federales, estatales y locales. En 2022-23, California se convirtió en el primer estado del país en proporcionar almuerzo gratuito a todos los estudiantes. Lo hace con una mezcla de fondos categóricos del gobierno federal, del estado y de fondos locales.
Cuando la legislatura de California estableció por primera vez LCFF en 2013, purgó el sistema de muchos pequeños programas categóricos. El tema de la reforma, después de todo, era el control local. Con el tiempo, las excepciones categóricas comenzaron a regresar. El ejemplo más notable es la educación artística, un requisito categórico que los votantes agregaron a la constitución del estado en 2023. Esta página en el sitio web del Departamento de Educación es una buena fuente de información sobre excepciones a la Fórmula de Financiamiento de Control Local.
Por supuesto, ninguno de estos fondos y programas tiene sentido a menos que, en última instancia, beneficien a los estudiantes, ¿verdad? La próxima lección examina lo poco que sabemos sobre cómo se utilizan realmente los fondos.
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francisco molina December 21, 2021 at 11:49 pm
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