Los estudiantes aprenden de los maestros, por lo que la forma más directa de mejorar el aprendizaje es mejorar la enseñanza.

Para ser efectivos, los maestros necesitan conocimientos y habilidades relevantes. Por ejemplo, para enseñar matemáticas, debes comprender bien la materia. Pero también necesitas habilidades de comunicación, habilidades organizativas y habilidades de relación.

El sistema educativo se ha construido con incentivos bien intencionados que pretenden ayudar a los maestros a mejorar, especialmente a través de la educación superior. Estos incentivos desperdician enormes cantidades de dinero y distraen a los maestros de usos mejores de su tiempo. Esta lección explica cómo funcionan los incentivos y sugiere algunos enfoques que podrían ser mejores.

Los maestros reciben un pago adicional por créditos universitarios adicionales

La mayoría de los distritos escolares pagan a los maestros en función de una fórmula simple con dos variables: ¿cuántos años has trabajado en el distrito y cuántos créditos universitarios has obtenido más allá de tu título de pregrado? Muchos distritos ofrecen un incentivo salarial por obtener una maestría sin tener en cuenta la materia. (Este sistema y alternativas a él se explorarán con más profundidad en la Lección 3.8 de Ed100, pero por ahora esto es suficiente).

Los maestros responden a estos incentivos. La mayoría invierte tiempo y dinero en obtener títulos avanzados, a menudo asumiendo deudas adicionales para hacerlo. Además de aumentar su salario (y, en última instancia, su pensión, que se basa en parte en su salario final), los cursos universitarios pueden ayudar a los maestros a calificar para credenciales adicionales que los hacen elegibles para enseñar clases específicas. Aproximadamente la mitad de los maestros de California eventualmente obtienen una maestría.

Este tipo de incentivo es muy común en los Estados Unidos. Una revisión nacional de los contratos de maestros mostró que alguna versión de un aumento salarial por títulos universitarios es casi universal:

¿Se benefician los estudiantes de una educación adicional para maestros?

En resumen, no. Existe escasa evidencia de que obtener créditos de posgrado o una maestría haga que los maestros sean mejores en su trabajo. El Centro Nacional de Calidad Docente resumió la investigación de manera contundente:

Comprensiblemente, las instituciones de educación superior realmente quieren demostrar que las maestrías avanzadas marcan la diferencia, por lo que siguen estudiando la pregunta... con los mismos hallazgos. Si los miles de millones gastados en la educación continua de los maestros realmente hacen alguna diferencia para los estudiantes, no es obvio a nivel sistémico.

La excepción: Es probable que los educadores que enseñan matemáticas y ciencias mejoren al tomar cursos de matemáticas y ciencias adicionales

Existe una excepción importante. Varios estudios sugieren que los educadores que enseñan matemáticas y ciencias probablemente mejoren al tomar cursos de matemáticas y ciencias. Eso es todo.

¿Por qué el sistema gasta en grados que no benefician a los niños?

En respuesta a la evidencia, algunos distritos y escuelas autónomas han reconsiderado sus incentivos salariales por grados avanzados. La Lección 3.8 de Ed100 explorará los sistemas de pago a los maestros y las alternativas, y explicará por qué son muy difíciles de cambiar.

Pero volvamos a la pregunta central de esta lección: ¿cómo pueden mejorar los maestros? Si tomar más clases universitarias no es una forma efectiva de ayudar a los maestros a mejorar en el aula, ¿qué otras estrategias pueden probar los sistemas escolares?

Estándares para Maestros

California desarrolló los Estándares de California para la Profesión Docente para proporcionar una definición común de cómo debe lucir una enseñanza de calidad, con la esperanza de brindar alguna orientación. Los estándares cubren seis áreas de calidad docente:

Algunos directores y líderes docentes utilizan estos estándares como guía.

¿Qué es el desarrollo profesional?

Para ayudar a los maestros a mejorar en su trabajo conjunto, muchos distritos escolares invierten en la formación de maestros. Usualmente no se le llama "formación" — el término técnico desarrollo profesional (o PD, pronunciado pee-dee) es más popular, tal vez para incorporar la idea de que la mejora puede ser colaborativa.

En su mejor momento, los programas de desarrollo profesional preparan a los maestros para abordar los desafíos de su trabajo. En su peor momento, distraen de ese trabajo.

Ocasionalmente, los programas de desarrollo profesional se financian y se implementan como una forma de influir o acelerar el cambio en el aula. Por ejemplo, en 2023, muchos distritos en California invirtieron en programas de desarrollo profesional para ayudar a los maestros a adoptar la fonética y asegurar que todos los estudiantes aprendieran a leer.

Aprender a involucrar a los estudiantes

La tecnología ha cambiado la forma en que las personas ocupadas aprenden. Esto incluye a los maestros que desean mejorar sus habilidades en el aula y relacionarse de manera más exitosa con los estudiantes. Una cámara discretamente ubicada se ha convertido en una herramienta importante para la autocorrección y la revisión entre pares. Doug Lemov, autor del libro Enseña como un campeón y otros, ha ayudado a muchos maestros a desarrollar sus habilidades. Sus videos de maestros excepcionalmente efectivos se han convertido en una capacitación crítica para muchos educadores.

Invertir en empatía

Los maestros no son ricos, pero generalmente viven más cómodamente que sus estudiantes. Especialmente en escuelas de alta pobreza, puede ser difícil para los maestros comprender las condiciones familiares y del hogar a las que regresan los niños cuando termina la escuela. Los malentendidos pueden ir en ambas direcciones: puede ser difícil para los padres creer que los maestros comprenden o se preocupan por la vida de sus hijos más allá del aula.

La pandemia hizo temporalmente y de manera accidental que estas diferencias fueran un poco más visibles. En el fondo de las videoconferencias con la cámara encendida, los maestros y los estudiantes vislumbraron los hogares y los miembros de la familia de los demás. A veces, estas visiones se convirtieron en momentos de enseñanza o en la base para conversaciones.

En el blog de Ed100
Visitas domiciliarias entre padres y maestros

Incluso antes de la pandemia, algunos distritos escolares invirtieron en visitas domiciliarias entre padres y maestros, lo que permitió a los maestros visitar los hogares de los estudiantes y conocer a sus familias. El programa, que ha existido durante décadas, está bien definido, es fácil de probar y rara vez provoca oposición. Las visitas domiciliarias son voluntarias tanto para los padres como para los maestros, y los maestros reciben una compensación por su tiempo. El programa es popular entre los maestros y las familias, y parece producir resultados duraderos. Es especialmente eficaz como una forma de mejorar la asistencia. (Para obtener más información, consulte la publicación en el blog de Ed100 sobre este tema.)

Este parece ser un momento razonable para enfatizar nuevamente un tema recurrente: aquí no hay magia. La educación pública es un trabajo complicado, personal y humano, realizado a una escala enorme. No es fácil.

Si la formación formal generalmente no cumple, ¿cómo aprenden la mayoría de los maestros su oficio? La próxima lección examina el tema de la colaboración entre maestros.

Última actualización en octubre de 2023