¿Cuál escuela quiere apoyar?
¿La oficina del distrito escolar parece poderosa? Podría ser porque ellos son los que cortan los cheques.
Los directores escolares rara vez tienen mucho control directo sobre el dinero. La responsabilidad de presupuestar, administrar y desembolsar fondos recae en manos del distrito escolar.
Los maestros, administradores y otro personal educativo trabajan en las escuelas, pero no para ellas. Todos son empleados de una Agencia Local de Educación, que en la mayoría de los casos es un distrito escolar. (Vea la lección 7.3 de Ed100 para más detalles sobre las LEA).
La educación es la función más grande del gobierno estatal, por lo que tiene sentido que el año fiscal del estado, del 1 de julio al 30 de junio, coincida aproximadamente con el año escolar. La ley de California requiere que el presupuesto estatal se apruebe y firme cada año antes del 30 de junio.
Lo curioso de ese plazo es que los ~1,000 distritos escolares de California también están obligados a adoptar sus presupuestos antes del 30 de junio. (Sí, el mismo día). Si parece que los líderes del distrito escolar están obsesivamente leyendo hojas de té en junio, es porque lo están haciendo.
Los distritos escolares gastan la mayoría de los fondos bajo su jurisdicción en los salarios y beneficios de los maestros y el personal, y algunos en pensiones. Los costos de las instalaciones también forman parte de la mezcla y pueden implicar una planificación compleja a varios años. Las decisiones más importantes que determinan los costos se negocian con los sindicatos. Los distritos pueden usar algunos de sus fondos de manera flexible, pero otros fondos deben usarse (y contabilizarse) para propósitos categoricos específicos, especialmente en escuelas donde muchos estudiantes están aprendiendo inglés.
Para coordinar entre las escuelas y evitar errores, los distritos tienden a dejar solo pequeñas cantidades de dinero bajo el control de los directores u otros administradores a nivel del sitio escolar.
En la mayoría de los distritos, la oficina central toma las decisiones importantes sobre cómo operan las escuelas. La oficina central determina el calendario, cómo se asignan los estudiantes a las clases y qué maestros se asignan para enseñarlas. En algunos distritos, la oficina central incluso se encarga de comprar y distribuir suministros para el aula, lo que puede ser frustrante y burocrático. Esto ayuda a explicar por qué algunos maestros recurren a GoFundMe y plataformas similares para obtener lo que necesitan.
La mayoría de las escuelas de California también tienen un presupuesto de sitio. El director de la escuela generalmente lo controla, a menudo con el consejo de un consejo del sitio o un grupo similar que incluye a los padres y es aprobado por el distrito.
Históricamente, la cantidad de dinero realmente gastado en estudiantes en diferentes escuelas ha sido muy desigual, de maneras que la mayoría de las personas no se dan cuenta.
Como se discutió en la Lección 3.8 de Ed100, los salarios de los maestros varían significativamente. Los educadores experimentados pueden ganar el doble que los maestros nuevos, incluso sin contar la diferencia en el valor de las pensiones que ganan al final de su carrera.
Parece extraño, pero hasta el año escolar 2018-19, ni la ley federal ni la estatal requerían que los distritos escolares calcularan la cantidad de dinero realmente gastada en maestros (y, por extensión, en estudiantes) en cada sitio escolar. Implícitamente, el sistema pretendía que todos los maestros tenían el mismo costo, lo cual obviamente no es el caso. Esta práctica ocultaba una fuente significativa de inversión desigual en la educación de los niños.
Los maestros tienen cierta influencia sobre dónde trabajan. Algunas escuelas son mejores lugares de trabajo que otras, y es natural que los maestros prefieran trabajar en escuelas bien administradas. Hay patrones, por supuesto. Las escuelas en comunidades con niveles muy altos de pobreza pueden ser lugares difíciles para trabajar, por lo que estas escuelas frecuentemente terminan con muchos maestros menos experimentados (y menos costosos).
En el año escolar 2018-19, la ley federal (ESSA) comenzó a exigir a los distritos escolares que divulgaran los costos a nivel de sitio, incluidos los costos salariales reales, a nivel de escuela. Este importante cambio, una de las acciones finales de la administración Obama, se promulgó con un voto bipartidista. La política había sido buscada durante mucho tiempo por defensores de la equidad, incluidos EdTrust-West, que elevó el tema en un informe muy leído de 2006, The Hidden Gap.
El SARC es el informe crucial para comprender la equidad en el dinero realmente gastado a nivel del sitio escolar.
Como de costumbre, los cambios de política solo importan si las personas los notan y hacen algo diferente como resultado. La ley federal ESSA requiere que los distritos calculen los gastos reales en cada escuela y los divulguen en un informe anual llamado Tarjeta de Informe de Responsabilidad Escolar (SARC). El formato estatal es detallado y está cargado de números.
Proporcionar este nivel de detalle operativo es difícil y puede parecer inútil. ¿Quién va a leer realmente esto? En el contexto de la pandemia, algunos distritos simplemente lo ignoraron, probablemente. Realmente no hay manera de saberlo, porque los datos de las SARC no se recopilan ni se resumen de manera sistemática que permita su análisis.
Si tiene problemas para encontrar la SARC de su distrito en el registro voluntario de SARC del estado, o tiene dificultades para entenderlo, solicite una reunión con la persona que sirve como oficial de negocios de su distrito.
La planificación y gestión del presupuesto son preocupaciones durante todo el año en la mayoría de los distritos y escuelas autónomas. Se supone que la opinión pública es parte del proceso y los distritos están obligados a presentar información presupuestaria en las reuniones de la junta escolar. Pero algunos distritos hacen más que otros para que sus planes sean claros.
Los líderes de padres y miembros de la comunidad que realmente entienden mejor los presupuestos de su distrito escolar son generalmente aquellos que se aseguran de asistir regularmente a las reuniones de la junta y que no son tímidos para pedir aclaraciones a los oficiales de negocios del distrito o a la oficina del superintendente.
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