Los sindicatos de maestros tienen una gran influencia en las escuelas públicas de los Estados Unidos, y quizás sea California donde esa influencia tenga el mayor impacto.

Esta lección describe las principales funciones de estos sindicatos y detalla varios puntos de vista sobre su papel en el aprendizaje de los estudiantes.

Principalmente, existen dos sindicatos de maestros nacionales en EE. UU.: la Asociación Nacional de Educación (NEA, por su sigla en inglés) y la Federación Estadounidense de Maestros (AFT, por su sigla en inglés). La mayoría de los maestros que enseñan en los grados K–12 en California están organizados por la Asociación de Maestros de California (CTA, por su sigla en inglés), la cual está afiliada a la NEA. Los distritos más grandes de California están doblemente afiliados, tanto a la CTA como a la CFT, la rama estatal de la AFT. Aunque parezca un detalle superfluo, es un detalle importante: hay varios sindicatos de maestros y estos existen a múltiples niveles (nacional, estatal, regional, local y de la escuela). Aunque los sindicatos de maestros trabajan arduamente para alinear sus puntos de vista (lo que maximiza su influencia), son organizaciones complejas que abarcan muchos intereses divergentes.

Los contratos de los maestros en los distritos de California se negocian entre el consejo escolar (representado en la mesa de negociaciones por los administradores del distrito local) y los maestros (representados por los líderes del sindicato local). El proceso de negociación, llamado negociación colectiva, se implementó con la aprobación de la Ley Rodda en el 1975.

En California, casi todos los distritos escolares recurren al proceso de negociación colectiva.

En California, casi todos los distritos escolares (con la excepción principal del distrito de Clovis) recurren al proceso de negociación colectiva. La negociación colectiva no se utiliza en todos los estados de EE. UU. Los contratos de los maestros pueden ser acuerdos muy complejos que incluyen mucho más que la simple remuneración. En California, muchos asuntos relacionados con las condiciones de trabajo están sujetos a negociación. (A modo de ejemplo, échele un vistazo al plan de negociación del sindicato en Oakland.)

Los sindicatos de maestros brindan conocimientos especializados

Las finanzas y los contratos de los distritos escolares son complicados. Tanto los sindicatos como los distritos escolares dependen de organizaciones estatales para recibir soporte técnico. El personal de la CTA y la CFT proporcionan apoyo en las negociaciones a sus afiliados locales. Los distritos escolares contratan asesores, tales como School Services of California. Si quiere saber cómo se ven en realidad los contratos, consulte el Consejo Nacional para la Calidad de los maestros. Ha publicado copias de los convenios colectivos de los 140 distritos más grandes de los Estados Unidos y proporciona una base de datos bien ordenada que ayuda en la investigación de los principales puntos de estos acuerdos.

El apoyo en las negociaciones es uno de los muchos servicios que los sindicatos estatales de maestros brindan a sus afiliados. Otro servicio destacado es el papel que juega el sindicato estatal en las políticas educativas del estado.

¿Qué es la Coalición de Educación?

Tanto la CTA como la CFT son miembros de la Coalición de Educación de California, un grupo de organizaciones dedicadas a promover asuntos relacionados con la educación. Esta coalición defiende los gastos educativos en la batalla presupuestaria anual de “suma-cero” ante otras prioridades presupuestarias, las cuales van desde las cárceles a los servicios de salud, pasando por los medios de transporte. Esta labor es importante, sobre todo en California, que gasta proporcionalmente menos ingresos fiscales en educación que la mayoría de los estados.

Hay mucho ruido y furia en las discusiones sobre la reforma educativa con respecto a si los sindicatos son buenos o malos para la educación pública. Aquellos con mayor antigüedad en el ámbito de la educación (aunque no todos) consideran que esta es una falsa dualidad.

“Los sindicatos son buenos”

El salario del maestro es más alto en los estados que tienen sindicatos fuertes.

No hay duda de que los estados como California, los cuales cuentan con sindicatos fuertes, suelen pagar más a los maestros que aquellos con sindicatos más débiles. Además, los maestros de los estados con sindicatos fuertes suelen recibir beneficios de salud más generosos. Para conocer el panorama general del salario y las prestaciones de los maestros de California en comparación con otros estados, a través del tiempo, vea la gráfica en la lección 3.1.

Los partidarios de los sindicatos de maestros sostienen también que estos evitan la microgestión estatal del aula. Los grupos de presión de la CTA suelen oponerse a proyectos de ley que creen reglas estrictas e inflexibles con respecto a lo que pueden hacer los maestros y lo que no. Usualmente, favorecen las políticas que otorgan la autoridad a nivel local, donde los distritos y sindicatos pueden resolverlas mediante la negociación colectiva. Entre las pensadoras influyentes que apoyan los sindicatos de maestros, quizás la más prolífica y bien conocida sea Diane Ravitch.

“Los sindicatos son malos”

Las tarifas totales de los sindicatos llegan a los $1000

Entre los críticos del sindicalismo en el campo de la educación, una figura franca es Terry Moe, quien argumenta que los intereses de los sindicatos están mal alineados con los de los estudiantes y los contribuyentes. En California, la voz más potente es probablemente la de Mike Antonucci.

Los críticos como Moe sostienen que, a nivel local, las negociaciones entre los distritos y los sindicatos están estructuralmente desequilibradas. El distrito no cuenta con algún poder equivalente al poder del llamado a la huelga por parte del sindicato. Los distritos no pueden legalmente despedir a los maestros huelguistas y contratar remplazos. Los críticos también consideran que los sindicatos hacen un uso descarado del proceso democrático para influir en el otro lado de la mesa de negociación aprovechando su capacidad de apoyar u oponerse a los candidatos a los consejos escolares.

A nivel estatal, los críticos se oponen a la capacidad que tienen los sindicatos de recaudar fondos para la acción política. El maestro promedio de tiempo completo de un distrito afiliado a la CTA paga más de $1000 anuales en cuotas sindicales. De esta cantidad, un 15 por ciento se destina a la NEA, un 20 por ciento se destina al afiliado local y el resto se destina a la CTA. Una porción de estos recursos apoya los esfuerzos políticos de los sindicatos. No se permite que los distritos escolares gasten fondos públicos en campañas políticas.

¿Son obligatorias las cuotas de los sindicatos de maestros? Ya no.

Durante varias décadas, los maestros en las escuelas públicas de muchos estados debían pagar cuotas sindicales. La lógica era que tenían que pagar su porción justa, puesto que sus intereses contaban con representación colectiva en la mesa de negociaciones. Después de décadas de intenso debate, en el 2018, la Corte Suprema de EE. UU. eliminó esta obligación. En la resolución Janus, la corte determinó que las cuotas sindicales son una forma de libre expresión con amparo en la Primera Enmienda y que las cuotas obligatorias “de porción justa” para representación en la negociación colectiva son una forma inconstitucional de expresión obligada. Esta fue una importante revocatoria con grandes implicaciones para el sistema educativo.

Conviene un poco de historia.

En el 1977, la Corte Suprema de EE. UU. resolvió unánimemente en el caso Abood v. Detroit Board of Education que los sindicatos podían recaudar cuotas obligatorias de los empleados, incluidos aquellos que habían optado por no ser miembros. Durante los siguientes años, casi la mitad de los estados de EE. UU., California incluida, aprobaron leyes que permitían que los convenios colectivos incluyeran acuerdos de “tienda de agencia”. En el marco de estos acuerdos, todos los empleados pagaban “cuotas de agencia” o cuotas “de porción justa”, aunque se hayan negado a unirse al sindicato como miembros.

No se puede exigir que los maestros paguen cuotas sindicales.

No todos los estados apoyaban el enfoque de “tienda de agencia” permitido por la resolución Abood. Algunos estados aprobaron medidas de protección de nómina que exigían que los sindicatos recibieran un compromiso de darse de alta por parte de cada miembro para cobrarle ciertas cuotas o tarifas. En el 2015, la Corte Suprema de EE. UU. se encargó de una revisión del asunto en el caso Friedrichs. Con un puesto vacante en la corte, el voto quedó dividido 4–4. Se retomó el asunto en la resolución Janus del 2018, la cual revirtió la resolución Abood en un voto amargamente dividido de 5–4. En efecto, la resolución Janus significa que no se puede exigir que los maestros paguen cuotas en relación con su representación.

En sus deliberaciones, los jueces de la Corte Suprema expresaron sus inquietudes en torno a la perturbación de la “paz laboral”. Algunos historiadores laborales argumentaron en tono amenazador que, si no se recaudaban cuotas de todos los maestros, se podría alterar un sistema funcional. Para unificar a sus miembros, los dirigentes sindicales pueden verse presionados a volverse más agresivos en las negociaciones. Los opositores de los sindicatos argumentaron que existe escasa evidencia de tal agresión en los estados con leyes de derecho al trabajo.

Las huelgas de maestros son legales en California, pero afortunadamente, han sido poco frecuentes. Tras la resolución Janus, la palabra “huelga” se pronunciaba frecuentemente en Los Ángeles durante el ciclo escolar 2018–19. Parece seguro que la amenaza de huelgas y otras acciones cambiará la relación entre los distritos y los sindicatos. Puede que los grupos de padres quieran considerar la resolución Janus como un recordatorio de no dar por sentada la relación entre el distrito escolar y el sindicato de maestros.

Para conocer más sobre la resolución Janus y por qué es importante para los padres líderes, vea el artículo Nuevas reglas para los sindicatos de profesores del blog de Ed100.

Los sindicatos de maestros de California siguen siendo fuertes a pesar de que su membresía está disminuyendo

Con las décadas, la membresía sindical ha decaído mucho en los Estados Unidos, California incluida.

Por lo general, las tasas de membresía sindical suelen ser más altas en California que en otros estados, en parte, debido a la fortaleza y organización de los sindicatos de maestros del estado. Después de la resolución Janus, algunos predijeron que grandes cantidades de maestros dejarían de contribuir a sus sindicatos. Hasta ahora, las pérdidas han sido menores.

Los sindicatos de maestros no van a desaparecer, e incluso después de la resolución Janus, cuentan con tremendo poder.

En cualquier caso, no hay evidencia convincente de que la ausencia de un sindicato, al igual que cualquier otra reforma relámpago, represente la solución mágica.

Los sindicatos de maestros son estables.

El liderazgo de los sindicatos de maestros tiende a ser estable en el tiempo, con una fuerte tradición de antigüedad. Los miembros del consejo escolar tienen mandatos de tiempo limitado. Los administradores pueden aparecer y desaparecer. Los maestros, en cambio, trabajan en un sistema que, de manera directa, desalienta la movilidad laboral. Cuando los maestros permanecen en un mismo distrito, obtienen antigüedad y ascienden en la escala salarial. Los individuos involucrados en el liderazgo sindical suelen permanecer allí y seguir estando involucrados durante muchos años.

La larga experiencia y perspectiva constante del liderazgo sindical crea una oportunidad para que los sindicatos de maestros desempeñen un papel importante en el cambio educativo, siempre y cuando pueda surgir un consenso para este cambio. La Red para la Reforma del Sindicato de Maestros (TURN, por su sigla en inglés) es una organización nacional informal de líderes sindicales que se reúne periódicamente para conversar sobre sus ideas para el cambio.

Cambiar no es un asunto sencillo para una gran organización. La CTA cuenta con más de 300 000 miembros y lidia con los mismos problemas operativos que cualquier organización grande. Su órgano rector es el Consejo Estatal, un organismo de 731 miembros electos a nivel regional, el cual se reúne trimestralmente. En la mayoría de los casos, los votantes en estas elecciones son los miembros actuales de la CTA que están trabajando activamente como maestros. En algunos distritos, los maestros jubilados también pueden emitir sus votos, pero esta es una práctica muy controvertida. (Es polémica, en parte, porque los maestros jubilados y los activos pueden tener intereses diferentes cuando de temas como los presupuestos y las pensiones se trata.)

La agilidad es imposible.

Solo existen unas cuantas salas de conferencias en California lo suficientemente grandes como para albergar una reunión del consejo estatal de la CTA en la vida real. Al igual que el Congreso (un órgano político de aproximadamente la mitad del tamaño de la CTA, para darle una perspectiva), el Consejo Estatal recurre a un proceso deliberativo altamente estructurado, el cual incluye comisiones permanentes, discursos y políticas internas. En última instancia, las decisiones se presentan ante el conjunto de 731 delegados para su votación. Un gran manual de políticas que la organización toma muy en serio guía las acciones de los líderes ejecutivos y demás personal de la CTA.

Cualquier cambio en las políticas de la CTA debe pasar por el Consejo Estatal, un proceso que toma tiempo. Existen muchos puntos de vista dentro de la organización, y puede llevar tiempo para que las ideas se materialicen en forma de cambios en las políticas. La agilidad suele ser imposible, pero durante la pandemia del 2020, la organización encontró maneras de tomar decisiones en forma virtual.

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