¿Cuál escuela quiere apoyar?
Los estándares educativos describen lo que los estudiantes deberían saber y ser capaces de hacer. Se presentan en dos variedades: estándares de contenido y estándares de desempeño.
Las dos variedades de estándares educativos |
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Estándares de contenido |
Estándares de desempeño |
Definen lo que se enseña |
Establecen lo que se espera del estudiante |
Cuando alguien se refiere a los estándares de matemáticas de cuarto grado, está hablando de un estándar de contenido: las expectativas compartidas de lo que se enseña en cuarto grado. Cuando habla de lectura a nivel de octavo grado, se refiere a un estándar de desempeño: qué tan bien se espera que lea un estudiante de octavo grado.
Es fácil confundir un estándar con los materiales de estudio y los enfoques que las escuelas, los maestros y los editores utilizan a fin de enseñar ese estándar. Esta confusión floreció en la esfera política en el 2014, mientras las comunidades escolares se esforzaban para escoger y utilizar nuevos libros, materiales, lecciones y pruebas que coincidieran con los nuevos Estándares básicos comunes.
En esta lección, se desmitifica el currículo común, pero primero, resultará útil dar un paso atrás. ¿Qué son los estándares educativos y por qué son tan importantes?
La historia de los estándares de desempeño probablemente comenzó en China. Durante la Dinastía Sui, los exámenes escritos pasaron a formar parte del proceso de selección para cubrir puestos en la administración pública al introducir el concepto de mérito. Fue una reforma importante que redujo el poder de las autoridades para nombrar a sus parientes.
La Dinastía Sui fue de corta duración en el contexto de la historia china, pero la gran idea permaneció: crear expectativas concretas y utilizar pruebas para medir su realización. Desde las pruebas de admisión universitaria en Corea hasta el examen de abogacía en los Estados Unidos, las pruebas de desempeño académico bajo presión de tiempo se han convertido en un pilar central de la manera en que el mundo piensa en la meritocracia, como Nicolas Lehman lo describe en su libro bestseller The Big Test. Para bien o para mal, las pruebas brindan una base eficaz para eliminar a los candidatos al calificarlos y clasificarlos.
¿Qué fue primero, el estándar o la prueba?
En las primeras décadas de la historia de los Estados Unidos, la educación aún no se consideraba una función del gobierno ni tampoco una expectativa para todos los estudiantes. Con el tiempo, cada estado desarrolló su propio sistema, y el resultado fue una mezcla confusa de enfoques y expectativas, como se comenta en la lección 1.7. Las escuelas variaban masivamente de un lugar a otro. Aún no existían estándares.
El movimiento de estándares moderno en EE. UU. surgió en parte como respuesta a la publicación en el 1983 de A Nation at Risk, un influyente informe que criticó el nivel de competitividad estadounidense y recomendó encarecidamente expectativas universales superiores en la educación estadounidense. Pocos años después de su publicación, paneles de expertos empezaron a elaborar estándares de contenido, como churros, para toda clase de asignatura. Las pruebas nacionales conocidas como Evaluación nacional de progreso educativo (NAEP, por su sigla en inglés) se ampliaron para permitir comparaciones a nivel estatal.
En el 2000, como parte de su campaña para presidente, George W. Bush propuso que cada estado debería tener expectativas claras y medibles para todos los estudiantes y que esas expectativas deberían elevarse de manera gradual y predecible. Cada niño debería tomar una prueba cada año para medir su avance frente a esas expectativas elevadas, con consecuencias predecibles para las escuelas si no todos sus estudiantes las cumplen. El Congreso convirtió esa visión en ley con la aprobación de la Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás (NCLB, por su sigla en inglés) en el 2001.
Los estados comenzaron la era de NCLB con expectativas variadas de sus estudiantes. Algunos estados, como California, tenían expectativas relativamente elevadas. Otros estados tenían estándares bajos. Las escuelas de cada estado enseñaban materias similares, pero en secuencias distintas y con definiciones distintas de éxito. Los educadores estaban ampliamente de acuerdo en que era raro que los diferentes estados tuvieran diferentes expectativas, pero ¿qué se podía hacer al respecto? La educación es una responsabilidad estatal, no federal. En cualquier caso, la NCLB exigió que los estados elevaran gradualmente sus expectativas, y un distrito escolar tras otro no lograba alcanzarlas. Los maestros se sentían culpados por no poder hacer lo imposible.
La Gran Recesión del 2008 redujo dramáticamente el financiamiento para la educación, lo cual forzó la despedida de maestros y alejó aún más las posibilidades de cumplir con las expectativas cada vez más elevadas de la NCLB. El Congreso aprobó un paquete federal de estímulo económico (ARRA) para apoyar los presupuestos educativos.
Los tiempos de crisis pueden ser oportunidades de cambio. La medida incluyó un concurso, la Carrera hacia la cima, el cual ofreció a los estados una manera de competir para recibir fondos adicionales si aceptaban adoptar estándares educativos de acuerdo a un consorcio nacional. Funcionó. De repente, los dirigentes de educación estatales tenían una explicación simple de la razón por la que debían actualizar sus viejos estándares: el dinero. Así nació el currículo común.
Hechos copiosos
¡Qué tediosos!
¡Enséñenos aún
Más currículo común!
California se unió a la gran mayoría de los estados en la adopción de Estándares estatales básicos comunes (CCSS, por su sigla en inglés) en lengua y literatura inglesa (ELA, por su sigla en inglés) y en matemáticas. Después de una transición que a veces resultó difícil, estos estándares ahora están bien documentados y son de uso generalizado. En el 2013, el estado amplió este conjunto de estándares esenciales adoptando los Estándares de ciencias de la próxima generación (NGSS, por su sigla en inglés).
Los estándares tienen la capacidad de cambiar lo que sucede en las aulas porque influyen en el plan de estudios, incluidos los libros de texto, los materiales de aprendizaje y las pruebas. El estado de California espera que los distritos escolares se aseguren de que los materiales que utilizan estén alineados con los estándares.
¿Son algunos libros de texto mejores que otros? A pesar del bombo publicitario, existe poca evidencia de que la selección marca una diferencia, especialmente en el caso de los libros de texto en materia de matemáticas. Muchos maestros escogen sus materiales didácticos en internet, especialmente si no les gusta el libro de texto. El internet está inundado de materiales didácticos, incluidos recursos gratuitos, tales como OER Commons y recursos pagados, tales como Teachers Pay Teachers.
Dado el mercado desenfrenado de materiales didácticos, resulta difícil saber qué funciona. ¿Cómo puede un distrito saber si el contenido enseñado en cada clase de matemáticas de cuarto grado cubre o no los estándares esperados?
Una solución son las restricciones. Algunos distritos incluso han proporcionado guiones a los maestros. Los “guiones curriculares”, los cuales gozaron de una breve popularidad a principios de la década de 2000, especifican exactamente qué debe enseñarse en cada jornada e incluso proporcionan las palabras que los maestros deben utilizar al explicar los conceptos. Este enfoque hacia el plan de estudios tiene tantos admiradores como críticos. Por lo general, los guiones curriculares parecen reducir las desventajas de ser asignado a un maestro principiante y propiciar explicaciones constantes de una clase a la siguiente. Pero, estos planes de estudios a menudo resultaron aburridos para los maestros y estudiantes, y los educadores más experimentados no solían hacerles caso.
A diferencia de los estándares educativos del pasado, los Estándares básicos comunes son estándares de contenido, no estándares de desempeño. Definen lo que se debería enseñar a los estudiantes de cada grado, pero no la forma de enseñarlo o probarlo. En comparación con los estándares del pasado, los Estándares básicos comunes hacen menos hincapié en la memorización de listas detalladas de hechos al nivel de grado. En cambio, los estándares hacen más hincapié en las habilidades de pensamiento crítico.
(Descodificación de jerga: en el campo de lengua y literatura inglesa, estos hábitos mentales a menudo se llaman capacidades. A su servicio.
Los Estándares Básicos Comunes tienen como objetivo explícito preparar a los estudiantes para la universidad y las carreras profesionales en el momento en que abandonan la escuela secundaria. La idea era comenzar con el fin en mente (preparación para la universidad y la carrera) y luego trazar un mapa de vuelta al jardín de infancia.
¿Han "funcionado" los estándares básicos comunes en el sentido de preparar mejor a los estudiantes para la universidad y las carreras profesionales? Esta es una pregunta que llevará tiempo resolver. Los antiguos estándares eran toscos, estrechos e incoherentes, por lo que hay pocas razones para añorarlos. Pero como Lección 1.6 estableció, el cambio en la educación es lento. No hay pruebas de que la adopción de los estándares haya supuesto un avance repentino.
La transición hacia los Estándares básicos comunes demuestra que es posible, si bien políticamente difícil, motivar el cambio en el sistema educativo de los Estados Unidos.
Los Estándares básicos comunes se desarrollaron como un proyecto de los estados mediante la Asociación Nacional de Gobernadores y el Consejo de Funcionarios Jefes de Escuelas Estatales.
La mejor manera de comprender los estándares es, sencillamente, sentarse a leerlos.
Información básica se encuentra disponible en el sitio web de la Iniciativa de estándares estatales básicos comunes. Un buen punto de partida para obtener información específica de California es la página de Estándares básicos comunes del sitio web del Departamento de Educación del Estado de California.
La Asociación de Padres y Maestros (PTA) Nacional ha creado guías breves en inglés y en español que explican los estándares para cada nivel de grado. De manera parecida, GreatSchools ha elaborado un conjunto de videos útiles sobre los hitos para los grados de K a 5.
Las normas definen las expectativas. Son suficientes estas expectativas? En la próxima lección, "Rigor académico: ¿Es la escuela lo suficientemente desafiante?" exploraremos el debate sobre si las expectativas pueden ser demasiado altas.
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