Lección 3.1

Reclutamiento:
¿Quién enseña y por qué?

Esto es lo que 3 de cada 4 maestros (todavía) tienen en común.

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Atraer a personas talentosas a la profesión docente es difícil en California.

Esta lección abre nuestro capítulo sobre los maestros con lo básico: ¿quién enseña?

¿Quién enseña? Mayormente mujeres. Especialmente mujeres blancas.

Probablemente no le sorprenda saber que 3/4 de los maestros de escuelas públicas en Estados Unidos son mujeres. La proporción varía según el grado escolar. En los grados de primaria, casi nueve de cada diez maestros son mujeres, con una fracción aún mayor en los primeros grados. En las preparatorias (secundaria superior), la proporción es menor: alrededor de 2/3 de los maestros son mujeres.

En California, los patrones no son muy diferentes. Según la Comisión de Acreditación Docente de California, alrededor de 300,000 personas trabajan actualmente como maestros en escuelas públicas, atendiendo a un poco menos de 6 millones de estudiantes de K-12. Aproximadamente 150,000 personas en el estado tienen credenciales docentes activas pero actualmente no trabajan como maestros en la educación pública, y otras 290,000 tienen credenciales vencidas.

Los maestros son vitalmente importantes para nuestra nación, por lo que el Centro Nacional de Estadísticas de la Educación (NCES) realiza un seguimiento de las tendencias en la fuerza laboral docente. Los cambios han sido muy graduales. En general, ocho de cada diez maestros son blancos, y las mujeres blancas constituyen alrededor de la mitad de la fuerza docente en Estados Unidos. En comparación con las cifras nacionales, la fuerza laboral docente en California es solo un poco menos universalmente blanca. El contraste entre maestros y estudiantes es enorme: solo alrededor del 10% de los estudiantes en las escuelas públicas de California son niñas blancas.

Casi el 90% de los maestros en los grados de primaria son mujeres

La inclinación de género en la enseñanza tiene raíces profundas. Antes de la década de 1960, las mujeres no tenían muchas opciones profesionales: las principales categorías de trabajo abiertas para ellas eran la docencia y la enfermería. En 1964, más de la mitad de las mujeres trabajadoras con títulos universitarios eran maestras. A medida que otras categorías de trabajo se abrieron gradualmente a las mujeres, la docencia perdió su acceso privilegiado a los graduados universitarios. Para 1996, la proporción de la profesión docente en el empleo de mujeres con título universitario había caído al 15%.

En todo el país, la enseñanza sigue siendo una profesión asociada de manera desproporcionada con las mujeres, especialmente con las mujeres blancas. La diversidad del aula ha cambiado enormemente. ¿La diversidad de la sala de maestros? No tanto.

La falta de diversidad en la profesión docente es perjudicial para los niños. Hay evidencia de que los estudiantes se benefician al tener maestros de orígenes diversos. En particular, los estudiantes varones negros tienden a desempeñarse mejor en la escuela cuando tienen al menos un maestro negro.

La elección personal desempeña un papel importante en la fuerza laboral docente. La cultura estadounidense no sugiere rutinariamente a los hombres que la docencia pueda ser una buena carrera para ellos. No es una impresión fácil de cambiar, y la docencia no es la única profesión que enfrenta este desafío. En 1970, menos del 3% de los enfermeros registrados eran hombres; a 2022, el porcentaje solo había subido al 12%.

La remuneración docente se ha mantenido, más o menos.

La educación K-12 requiere mucho personal y, por lo tanto, costosa. Los costos relacionados con el personal (salarios y beneficios) son, con mucho, la categoría de gasto más grande en el sistema escolar.

La paga de los maestros apenas ha seguido el ritmo de la inflación.

A medida que la economía estadounidense se ha vuelto más productiva, los salarios de los trabajos que requieren título universitario han aumentado a aproximadamente el doble de la tasa de inflación. El salario promedio de los maestros, en cambio, apenas se ha mantenido. California es una excepción, donde los salarios de los maestros han avanzado un poco.

Hay mucho más que saber sobre la compensación docente, lo cual se explorará más a fondo en la Lección 3.8 de Ed100 (Paga del Maestro) y la Lección 3.11 (Pensiones de los Maestros). Por ejemplo, el costo de vida en cada estado importa mucho. Por ahora, el punto principal es que la paga de los maestros no es lo suficientemente alta como para ser una gran fuerza que diversifique la profesión o sostenga la calidad de los futuros educadores.

¿Es la docencia un trabajo prestigioso?

Enseñar es un trabajo importante. Es consistente. Es flexible. Pero, ¿es prestigioso? Wendy Adams de Get the Facts Out, un proyecto sin fines de lucro, ha pensado seriamente en esta pregunta. Su conclusión podría sorprenderle: aunque la profesión docente debería verse como más deseable, el prestigio no es el objetivo correcto.

¿La docencia atrae a menos estudiantes destacados?

La paga no es lo único que importa a los jóvenes talentosos cuando eligen una profesión, por suerte. Pero sí importa, y no solo para la renta y los préstamos universitarios. A medida que los jóvenes toman decisiones sobre su carrera futura, la atracción relativa de la paga contribuye a la reputación de la profesión. Con el tiempo, la paga de los maestros ha tendido a crecer más lentamente que la paga en otros trabajos. Es un factor que contribuye a un problema real: los mejores estudiantes no están eligiendo la profesión docente. Como señaló un estudio de McKinsey en 2010: «La calidad de un sistema educativo no puede superar la calidad de sus maestros».

La investigación de ACT en 2015 confirmó esta conclusión. Muchos estudiantes de preparatoria toman el examen ACT como parte del proceso de solicitud universitaria. Junto con el examen, se pidió a los estudiantes que completaran una encuesta indicando su interés en varias especialidades universitarias. «El interés entre los graduados que tomaron el ACT en convertirse en educadores continúa disminuyendo a un ritmo alarmante», informó ACT en su reporte, 2015 Conditions of Future Educators. «Los estudiantes interesados en educación tienen niveles de rendimiento inferiores al promedio, particularmente en áreas STEM».

En 2022, un estudio de un equipo de investigadores de la Escuela Annenberg de la Universidad Brown volvió a encontrar un motivo serio de preocupación: una caída precipitada en el interés general por una carrera docente:

Las percepciones del prestigio docente han caído entre un 20% y un 47% en la última década, situándose en, o cerca de, los niveles más bajos registrados en el último medio siglo. El interés en la profesión docente entre los estudiantes de último año de preparatoria y los universitarios de primer año ha caído 50% desde la década de 1990, y 38% desde 2010, alcanzando el nivel más bajo en los últimos 50 años. El número de nuevos ingresantes a la profesión ha caído aproximadamente en un tercio durante la última década, y la proporción de graduados universitarios que ingresan a la docencia está en un mínimo de 50 años. La satisfacción en el trabajo de los maestros también está en el nivel más bajo en cinco décadas, con el porcentaje de maestros que sienten que el estrés de su trabajo vale la pena cayendo de 81% a 42% en los últimos 15 años.

¿Importan las calificaciones y la “inteligencia” de los maestros?

¿Realmente importa que los maestros tengan sólidas calificaciones académicas y una buena capacidad general? Los convenios colectivos con los sindicatos de maestros en California a menudo bloquean a los distritos para evaluar a los maestros sobre la base de los resultados de las pruebas de sus alumnos, pero la respuesta es obvia.

La investigación económica de alto nivel sugiere que, en todo el mundo, los estudiantes tienden a tener mejores habilidades de lectura y matemáticas cuando sus maestros tienen mejores habilidades cognitivas en alfabetización y aritmética, y la diferencia impulsa el futuro económico de estados y naciones. En un estudio de maestros y estudiantes en EE. UU., el reconocido investigador económico Raj Chetty demostró patrones de fuerte conexión entre la calidad de los maestros y los resultados de aprendizaje de los estudiantes. A menor escala, la investigación de Missouri también confirmó el hallazgo, al menos para matemáticas: los maestros con mejores puntajes logran estudiantes con mejores puntajes.

Cómo conseguir grandes maestros. Tal vez incluso hombres.

Si quiere que personas brillantes se conviertan en maestras, pídales que lo hagan. Podrían decir que sí. El poder de preguntar es una parte central del éxito de reclutamiento de Teach for America, una organización sin fines de lucro que alienta activamente a personas talentosas a ingresar a la profesión docente.

Pedirlo también es una estrategia clave del programa de maestros STEM EnCorps, que recluta Expertos STEM con experiencia para convertirse en líderes docentes que sirven a estudiantes con alta necesidad. Si se pregunta qué implicaría hacer un cambio de carrera, eche un vistazo a Teacher.org.

Hay muchas vías de acceso a la profesión docente. Donde las escuelas quieren educadores, pueden ponerse creativas.

Estados Unidos podría aprender mucho de otros países sobre cómo hacer de la docencia una profesión muy solicitada. Un informe de 2015 del Centro de Referencias en Educación Internacional, Cómo los sistemas de alto desempeño moldean la calidad de la enseñanza en todo el mundo, examina las prácticas de reclutamiento y selección en cinco países con reputación de buena enseñanza. En esos países, los investigadores informan que el dinero y el estatus cuentan:

«Debido a que la docencia es generalmente una profesión bien respetada y bien remunerada a la que muchos desean unirse, los sistemas educativos de alto desempeño tienen abundancia de candidatos entre los cuales elegir».

El proceso de selección de maestros en estos países va más allá de las señales académicas. Estos países seleccionan una variedad de habilidades y cualidades personales, como la capacidad de trabajar bien con niños y colaborar con adultos, habilidades de comunicación y habilidades para resolver problemas.

La siguiente lección de este capítulo explica los sistemas en los que California confía para preparar y certificar a los maestros.

Última actualización: septiembre de 2025

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