¿Cuál escuela quiere apoyar?
Casi todos los padres confían en que sus hijos tendrán éxito en la escuela y que algún día se graduarán de la universidad.
Cuando los niños empiezan a asistir al prescolar o jardín de niños, esta certeza es inspiradora y apropiada. Con esfuerzo y apoyo, cada niño puede tener éxito en la escuela. Sin embargo, a medida que los niños avanzan con su educación, una parte de esa confianza no es más que pura ilusión. ¿Cómo podemos saber si nuestros hijos realmente están teniendo éxito?
Los estudiantes y sus padres realmente quieren creer que todo va a salir bien en la escuela. Además, los maestros y los administradores realmente quieren creer que sus escuelas pueden brindar a los niños la educación que necesitan. Pero la educación es acumulativa. Cuando un estudiante llega a la clase considerablemente rezagado, ¡hay límites para lo que el maestro puede hacer!
Las escuelas son organizaciones complejas. A medida que los estudiantes avanzan de un grado al siguiente, las debilidades del sistema se suman. Las distracciones roban un poco tiempo aquí y un poco allá. Es fácil que la definición de “buen trabajo” varíe de una clase a otra. Los estudiantes que se rezagan a menudo lo hacen gradual y desapercibidamente, obteniendo calificaciones que no hagan sonar ninguna alarma. Si los padres se quejan, es normal que los maestros y administradores les tranquilicen.
¿Cómo puede un sistema escolar determinar honestamente si las debilidades se están acumulando y asegurarse de que los estudiantes se desempeñen bien académicamente? Y ¿cómo pueden los padres saber si sus hijos no se están desempeñando bien?
Tres planos del éxito: el estudiante, la escuela y el sistema
En California, los estándares educativos de cada nivel de grado, según los Estándares básicos comunes, son algo más que simplemente listas de hechos que deben memorizarse y repetirse mecánicamente. Describen lo que los estudiantes deben saber y ser capaces de hacer en cada nivel de grado para que la universidad sea una opción factible para ellos.
Existen tres fuentes de información que pueden ayudarle a saber si su hijo está yendo por el buen camino: las reuniones entre padres y maestros, las boletas de calificaciones y las pruebas estandarizadas.
Para los padres, los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas son la fuente de información más objetiva del sistema. No los ignore.
Las reuniones entre padres y maestros pueden brindarle una perspectiva útil sobre el comportamiento de su hijo o hija y sobre cómo aborda el trabajo académico. Los maestros también pueden ayudarle a tener una idea de lo que los estudiantes están aprendiendo en el aula y cómo usted podría ayudar a su hijo a tener éxito. Pero los maestros no siempre son completamente francos en sus comentarios. Puede ser que oiga lo que quiere oír. (Para obtener más información sobre las reuniones de padres y maestros, lea la lección 2.4.)
Las boletas de calificaciones suelen incluir las evaluaciones de los maestros y las calificaciones, todas las cuales se centran en los logros académicos. Estas evaluaciones pueden incluir también alguna información sobre el desarrollo y participación del estudiante o su ciudadanía en el aula. Si la boleta de su estudiante contiene tan solo una calificación sin más información, pregunte por qué. (Encontrará más sobre las boletas de calificaciones en la lección 9.2.)
Las pruebas estandarizadas brindan la información más objetiva que obtendrá sobre el avance académico de su hijo. Cada año, los estudiantes de California toman la Evaluación del desempeño y progreso de los estudiantes de California (CAASP, por su sigla en inglés), también conocida como las pruebas Smarter Balanced. Estas pruebas son un antídoto a la ilusión. Evalúan a los estudiantes según los conocimientos y habilidades que han demostrado y comparan estos logros fríamente con las expectativas de su nivel de grado. Si bien las calificaciones son una evaluación más integral del desempeño del estudiante, pueden ser subjetivas. Una calificación de B en el aula de un maestro no es lo mismo que una B en el aula de al lado, y mucho menos en una escuela distinta en una comunidad distinta. Las pruebas estandarizadas no son perfectas, pero tienen sentido y son importantes.
En el 2020, la pandemia de COVID-19 interrumpió la realización de pruebas en toda la nación, por lo que algunos estados decidieron saltarse un año de administración de pruebas. En el 2021, los funcionarios de California luchaban por encontrar maneras de administrar pruebas a los estudiantes de forma segura, mientras vigilaban el cumplimiento de los requisitos de las leyes federales.
Si su hijo o hija muestra un patrón de puntuaciones bajas en las pruebas CAASPP, escuche la alarma. No lo ignore. No se deje tranquilizar fácilmente. Pocos estudiantes logran llegar a la universidad y graduarse si cuentan con un historial de puntuaciones bajas en las pruebas estandarizadas, aunque sus calificaciones sean lo suficientemente buenas. Hable con un consejero. Determine cuál es el obstáculo y haga algo al respecto.
El éxito de una escuela es el reflejo del éxito de sus estudiantes, tanto a corto como a largo plazo. Las escuelas exitosas deberían hacer avanzar o acelerar el logro académico de todos los estudiantes y prestar una atención especial para asegurarse de que grupos específicos de estudiantes no se rezaguen.
La principal ley estadounidense en materia de educación, la Ley Cada Estudiante Triunfa (ESSA, por su sigla en inglés), exige que los estados evalúen el éxito de las escuelas individuales utilizando indicadores tales como el logro y avance académicos, la competencia en el idioma inglés y las tasas de graduación de la secundaria. Además, esta evaluación debe identificar por lo menos el cinco por ciento de las escuelas más rezagadas, ya sea en su desempeño global o en el desempeño de grupos de estudiantes. Exige también que el estado cuente con un plan para mejorar estas escuelas.
A diferencia de las leyes federales, las cuales se centran en el éxito de las escuelas individuales, las leyes estatales de California se centran en el éxito de los distritos escolares, los cuales supervisan las escuelas y los presupuestos escolares. En el 2017, el estado implementó el Tablero de escuelas de California, el cual evalúa el éxito de sus aproximadamente 10 mil escuelas y mil distritos escolares. El éxito de un sistema escolar se mide según métricas a corto plazo, tales como la asistencia y las puntuaciones obtenidas en las pruebas, pero también a largo plazo, como las tasas de graduación, la preparación universitaria y los índices de suspensión escolar. Cuando las escuelas se están desempeñando mal según estas medidas, el estado brinda apoyo adicional por medio de los distritos escolares, quizás con la ayuda de la oficina de educación del condado.
Pero vayamos paso a paso. La siguiente lección se centra en el éxito de los estudiantes.
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francisco molina February 12, 2022 at 5:30 pm