La alfabetización medioambiental y el elefante en la habitación

Mientras California se enfrenta a devastadores incendios forestales, a sequías históricas y a la inminente subida del nivel del mar, el impacto sobre nuestros niños y nuestras escuelas es ineludible. Es el elefante en el aula.

La huella de carbono anual del californiano medio es superior a la masa de un elefante.

¿Qué pueden hacer los padres, los educadores, los líderes estudiantiles y los miembros de la comunidad sobre el cambio climático? Afortunadamente, hay un lugar claro para empezar. La ley de California exige que los libros de texto y los materiales didácticos adoptados por el estado incluyan información sobre el medio ambiente. Los Principios y Conceptos Ambientales de California (EP&Cs, por su sigla en íngles), adoptados en 2015, deben incluirse en la guía estatal para la enseñanza sobre ciencias, historia/ciencias sociales, salud y artes.

Este requisito estatal relacionado con la alfabetización ambiental es un punto de entrada ideal para ayudar a sus escuelas locales a tomar medidas. En muchas comunidades de California este trabajo ya está en marcha, por lo que es probable que encuentres aliados rápidamente. Una creciente colección de recursos puede ayudarte a encontrar formas constructivas de participar en la acción climática justo en tu propio patio.

A continuación se presentan cuatro estrategias sobre lo que se puede hacer, incluyendo algunas presentaciones de personas y organizaciones que ya están ayudando a las escuelas a tomar medidas.

Estrategia 1: Aprender cómo se utilizan los Principios y Conceptos Ambientales de California.

Estos Principios y Conceptos Medioambientales (EP&Cs) son fundamentales para el trabajo de Ten Strands, una organización sin ánimo de lucro con sede en el área de la Bahía que "actúa como conector, creando asociaciones y forjando caminos para asegurar que los estudiantes de K-12 de California reciban una educación de alta calidad con un componente medioambiental".

Ten Strands trabaja con una gran cantidad de socios, entre ellos el Departamento de Educación de California y el Lawrence Hall of Science, para ayudar a los educadores y a las comunidades a reforzar la capacidad de los estudiantes para tomar decisiones informadas y creativas sobre cuestiones medioambientales. La Iniciativa de Educación y Medio Ambiente de California ya dispone de una gran cantidad de unidades curriculares gratuitas en Ciencias e Historia/Estudios Sociales, que tratan desde la producción de alimentos hasta la energía. Además, Ten Strands ha anunciado recientemente el Programa de Cambio Climático y Justicia Ambiental (CCEJP) y ha convocado a organizaciones para crear más unidades curriculares que estarán disponibles como recursos educativos abiertos para todos los educadores de California. Afiliada a Ten Strands, la Iniciativa de Alfabetización Medioambiental de California ofrece una gran cantidad de información para las familias.

Estrategia 2: Llenar las lagunas de tu propio conocimiento y hablar de ello.

Una rápida búsqueda de "cambio climático" en Internet podría dejarle la cabeza dando vueltas. The Carbon Almanac (El Almanaque del Carbono) se escribió para las personas preocupadas por el cambio climático pero que no están seguras de los hechos o se sienten frustradas al tratar de hablar de él. Los autores lo describen como "la fuente definitiva de datos y la base de un movimiento global de lucha contra el cambio climático".

Los materiales complementarios del sitio web del The Carbon Almanac (Almanaque del Carbono) son estupendos para dar los siguientes pasos. La Educator’s Guide (Guía del Educador) ayuda a los profesores a convertir algunos de los contenidos en planes de clase.

Uno de los recursos más interesantes es un libro para niños llamado Generation Carbon.

El libro está disponible como PDF de descarga gratuita en inglés y en un número creciente de traducciones. La premisa básica es que los niños pueden utilizar el libro para enseñar a los adultos los hechos. (También hay una edición impresa).

Para profundizar en cómo podría ser el futuro, dependiendo de los pasos que la gente dé ahora, vaya a Probable Futures (Futuros probables). Está muy bien escrito y diseñado, e incluye mapas que te permitirán ver diferentes escenarios justo en tu propio patio.

Estrategia 3: Conozca cómo las escuelas K-12 están actuando tanto dentro como fuera de las aulas.

El sector de la educación pública K-12 puede tener un gran impacto en el cambio climático directamente, como describe el Instituto Aspen en su Plan de Acción Climática K12 2021. El objetivo de este esfuerzo nacional es "esbozar la oportunidad de que el sector educativo de Estados Unidos de K a 12 grados se una a la lucha contra el cambio climático".

La educación de los estudiantes y de los adultos está en el centro de este plan, que exige esfuerzos "en todas las disciplinas y entornos educativos", incluyendo las aulas, los programas de aprendizaje ampliado y los programas basados en la comunidad, como los museos y los centros de ciencia. "Cada entorno educativo tiene oportunidades únicas para involucrar a los estudiantes ayudándoles a establecer conexiones entre sus propias experiencias y los contenidos académicos". Hay que prestar especial atención a las cuestiones de equidad educativa, dado que las comunidades de bajos ingresos suelen ser más vulnerables a los impactos climáticos adversos.

Los edificios y el funcionamiento de las escuelas generan una enorme huella de carbono, que el Instituto Aspen también aborda con recomendaciones de posibles acciones a nivel local, estatal y federal. Las aproximadamente 100.000 escuelas públicas del país pueden mitigar su impacto medioambiental de forma concreta:

• Pasar a la energía renovable. Sólo el 7% de las escuelas del país utilizan actualmente energía solar.
• Cambiar los autobuses escolares por combustibles limpios. En la actualidad, el 94% de los 480.000 autobuses escolares del país utilizan gasóleo.
• Reducir el desperdicio de alimentos y abastecerse de comidas escolares a nivel local. Las escuelas sirven aproximadamente 7.000 millones de comidas al año.

Las escuelas también deben planificar con antelación cómo apoyarán a sus estudiantes y sostendrán a sus comunidades a medida que el clima cambie. Por ejemplo:

• Planificar los fenómenos meteorológicos extremos, que pueden afectar a la salud física y mental de los estudiantes, a su progreso académico y a su seguridad.
• Ser proactivos antes de una emergencia. Cree asociaciones con los distritos cercanos, proporcione apoyos escalonados y forme a los educadores y al personal escolar en prácticas informadas sobre el trauma y la ansiedad ecológica.
• Aproveche los terrenos de la escuela. La planificación de la adaptación puede ayudar a reducir el calor y las inundaciones en la comunidad y aumentar el acceso a los espacios verdes.

Estrategia 4: Pregunta a los responsables de tus escuelas locales qué están haciendo.

La huella de carbono anual del californiano medio es de unas 9,1 toneladas métricas, más que la masa de un elefante enorme. La mayoría de los centros educativos son parte del problema, aunque algunos van por delante. Los paneles solares son habituales en los recintos escolares de muchas comunidades. Un número cada vez mayor de escuelas está aplicando los planes de estudios sobre medio ambiente descritos anteriormente y el Estado ha proporcionado algunos fondos para apoyarlo. El Estado también cuenta con sistemas de apoyo a las escuelas durante las emergencias climáticas.

¿Sus escuelas públicas han llegado tan lejos como pueden o deben? ¿Se han dormido en los laureles? Las organizaciones de padres activas pueden llamar la atención sobre la oportunidad que tienen las escuelas locales de avanzar en las soluciones climáticas, empezando por dirigir a los funcionarios del distrito escolar preguntas como éstas:

Un informe que se publicará en noviembre de 2022 sugiere acciones a nivel estatal para apoyar a las escuelas locales en este tipo de esfuerzos. En el sitio web UndauntedK12.org se puede encontrar información sobre el informe y la promoción que lo rodea.

La fuerza de los números

Iniciar una conversación con otros miembros de su comunidad escolar puede ser el mejor primer paso. Juntos podéis identificar las oportunidades de actuación y también los retos. También puede ayudarte a elegir tus prioridades locales. La defensa de los temas relacionados con el cambio climático también cuenta con el apoyo de la PTA del Estado de California, lo que significa que las PTA locales tienen autoridad para que sus asociaciones se lancen a ello. En las convenciones estatales de la PTA se han adoptado tres resoluciones, entre las que se incluyen Climate Change is a Children’s Issue (El cambio climático es un problema de los niños), Escuelas de emisiones netas cero y Opciones de alimentos de origen vegetal en las comidas escolares.

El cambio climático nos afecta a todos. No es demasiado tarde para actuar.