Puedo declarar con la exactitud científica de una madre que los adolescentes se quedan despiertos muy pero muy tarde y luego luchan para levantarse por las mañanas. Aunque mi investigación personal se limita a mis dos hijos a lo largo de un período de nueve años, todos los padres que conozco que tienen adolescentes confirman los resultados. ¡Ay! Pues, ¿por qué algunas escuelas secundarias comienzan a las 7:30 de la mañana?
Resulta que existen muchos estudios científicos sobre el sueño adolescente. Cuando los niños llegan a la pubertad, sus cuerpos funcionan de manera distinta. La gente de la Academia Estadounidense de Pediatría y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dice “Deje que duerman”. Recomiendan retrasar la hora de entrada hasta las 8:30 en las escuelas intermedias y secundarias para combatir la falta de sueño.
¿Por qué los adolescentes simplemente no se duermen más temprano, cuando les digo que lo hagan? La respuesta corta: no pueden.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño explica por qué.
A medida que los niños se acercan a sus años de adolescencia, experimentan ciclos retrasados de secreción de melatonina y una acumulación más lenta de presión homeostática durante la vigilia. Estos cambios reflejan un ritmo circadiano retrasado, el cual contribuye a retrasar la aparición del sueño por las noches y la del despertar por las mañanas. Típicamente, los adolescentes luchan por dormirse antes de las 11:00 de la noche.
Para promover una salud óptima, la organización recomienda que los adolescentes duerman de 8 a 10 horas diarias con regularidad. ¿Y qué sucede si no lo hacen? La gráfica que se encuentra a continuación lo explica.
A esta privación del sueño la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford le denomina una epidemia. Esta epidemia incrementa las probabilidades de bajas calificaciones, incapacidad para concentrarse, incidentes por manejar con sueño, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas e incluso intentos de suicidio.
Según el estudio de políticas y prácticas escolares de salud del 2014, el 93 por ciento de las escuelas secundarias y el 83 por ciento de las escuelas intermedias en EE. UU. comienzan antes de las 8:30, o sea la hora recomendada. ¿La suya se encuentra entre ellas? Algunos distritos escolares han tomado medidas, retrasando las horas de entrada. Después de cambiar la hora de entrada, Seattle notificó una mejora en las calificaciones y una reducción de retrasos y ausencias. (Y sí, menos siestas durante las clases.)
Según los datos recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente cuatro de cada cinco escuelas intermedias y secundarias de California comienzan antes de las 8:30. En el 2018, la legislatura de California aprobó un proyecto de ley para exigir que las horas de entrada se retrasen, pero el gobernador de ese entonces, Jerry Brown, lo devolvió sin firmar. La legislatura dijo que sí, pero el gobernador dijo que no. El proyecto de ley se extinguió.
Escuche la entrevista de Carol con el senador Portantino sobre su proyecto de ley para exigir que se retrasen las horas de entrada en las escuelas.
En el 2019, la legislatura contemplará una medida similar, el proyecto de ley SB 328. Si la legislatura lo aprueba y el gobernador Newsom lo firma, California puede ser el primer estado de la nación en implementar a nivel estatal las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El debate en torno a la exigencia de retrasar las horas de entrada en las escuelas contrapone grupos que usualmente están de acuerdo:
Partidarios: una larga lista de expertos en medicina y defensores de niños apoyan una regla a nivel estatal exigiendo que las escuelas intermedias y secundarias no comiencen antes de las 8:30. Basándose en investigaciones que muestran sistemáticamente que un retraso en la hora de entrada en las escuelas promueve la salud, seguridad y éxito académico de los estudiantes, dicen que esta ciencia se aplica a los niños donde sea que vivan y no según el distrito escolar. Comparando los riesgos para la salud de la falta de sueño con otros riesgos importantes a nivel estatal, tales como plomo en el agua o bebidas azucaradas, argumentan que es irresponsable ignorar estos riesgos y dejar que cada comunidad local tome medidas cuando le parezca o decida cuáles niños están protegidos de estos riesgos.
Opositores: aquellos que se oponen, notablemente la Asociación de Maestros de California y la Asociación de Consejos Escolares de California, argumentan que este tipo de decisiones pueden y deberían tomarse por parte de las comunidades locales y no por una ley a nivel estatal. Para ellos, no se trata de un desacuerdo sobre la ciencia, sino sobre el control local. Su argumento es que resulta complicado cambiar las horas de entrada, lo cual involucra horarios de los autobuses escolares, horas de enseñanza, las necesidades de la comunidad local, los deportes y una multitud de otros temas, incluido el dinero.
La oposición del gobernador Brown a la ley propuesta no fue una sorpresa. Su reforma educativa de marca, la Fórmula de Control Local del Financiamiento Escolar tenía todo que ver con, lo adivinó bien: control local.
Al devolver el proyecto de ley sin firmar, el gobernador emitió la siguiente declaración:
Este es un enfoque de un tamaño para todos, al cual los maestros y consejos escolares se oponen. Varias escuelas ya han retrasado las horas de entrada. Otras prefieren comenzar la jornada escolar más temprano. Las decisiones de este tipo se manejan mejor en la comunidad local.
El senador Anthony Portantino, el autor del proyecto de ley, caracterizó el fracaso del año anterior como una derrota de la ciencia ante el deseo de mantener el estado actual y prometió resucitar el esfuerzo.
Este año, el proyecto de ley está de vuelta en forma de SB 328. Un nuevo gobernador y los legisladores recién electos tendrán la oportunidad de volver a examinar el asunto.
¿Su escuela comienza demasiado temprano? ¿Debería el estado ponerse de acuerdo con las investigaciones y exigir que las escuelas intermedias y secundarias no comiencen antes de las 8:30? ¿O debería cada distrito escolar local decidir cómo manejar esta epidemia de salud? Agregue sus opiniones en la sección de comentarios al final de este artículo.
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