Cada año, salen listados que destacan las 100 “mejores” escuelas secundarias de California. Mírelos con recelo. Cuandoquiera que alguien cree un listado de los “mejores”, es una buena idea formular una pregunta básica. En este caso, esa pregunta es: ¿el mejor en qué?
La gráfica a continuación profundiza para examinar las “mejores” escuelas de dos listados importantes. Les llamo escuela A y escuela B. Así es. Estos listados seleccionaron escuelas muy distintas. (Los nombres de las escuelas no aparecen en este artículo porque estos listados no deberían ser motivo para alardear.)
Ambas escuelas demuestran excelencia académica. No se puede negar que a los niños les va muy bien. Pero cada listado utiliza distintos criterios de selección. Esto marca una gran diferencia en cuanto a las escuelas que se seleccionan como las “mejores”.
Tómese un momento para comparar estas escuelas. Luego, pregúntese: ¿En qué son “mejores” esas escuelas?
Composición estudiantil |
Mejor escuela del listado A |
Mejor escuela del listado B |
Promedio de California |
---|---|---|---|
Estudiantes de inglés |
1.3 % |
0 % |
20 % |
De bajos recursos |
5.6 % |
23.9 % |
60 % |
Con necesidades especiales |
4.3 % |
1.5 % |
11 % |
Blancos |
57 % |
4 % |
23.2 % |
Asiáticos |
31 % |
59 % |
9.2 % |
Hispanos |
6.9 % |
15.3 % |
53.3 % |
Los datos anteriores provienen de las Boletas de responsabilidad escolar de cada escuela para el ciclo escolar 2017–2018.
Entonces, ¿qué vio? En primer lugar, claro está que estas “mejores” escuelas no reflejan ni siquiera un poquito de la diversidad estudiantil de las escuelas californianas. Representan una pequeña porción de las escuelas, con pocos estudiantes de inglés como segundo idioma, pocos estudiantes con necesidades especiales y relativamente pocos estudiantes provenientes de familias de bajos recursos.
Probemos otra metodología. En vez de comparar las escuelas, comparemos los listados. A continuación, se presentan algunas escuelas secundarias de San Francisco. Les llamo escuelas C, D, E, F y G. (Sí, son escuelas reales. Mis hijos asistieron a una de ellas.)
¿Hay una correlación entre los listados? Definitivamente. En ambos listados, las clasificaciones se vinculan fuertemente con el porcentaje de estudiantes de bajos recursos en las escuelas. Sin embargo, a final de cuentas, las comunidades estudiantiles menos adineradas suelen obtener mejores resultados en el listado B que en el listado A porque así se diseñaron los criterios. ¿Las escuelas obtienen clasificaciones análogas en los listados A y B? De ningún modo.
Escuela |
Clasificación del listado A |
Clasificación del listado B |
% de bajos recursos |
---|---|---|---|
C |
20 |
11 |
37.5 |
D |
137 |
87 |
24.2 |
E |
229 |
85 |
53.5 |
F |
387 |
118 |
68 |
G |
359 |
183 |
65.9 |
Los datos de ingresos provienen de las Boletas de responsabilidad escolar de cada escuela para el ciclo escolar 2017–2018.
¿Qué aprendimos? Ante todo, hay que examinar cuidadosamente lo que miden las clasificaciones. La cuestión va más allá de buenos resultados en las pruebas estatales, las tasas de graduación y los maestros. ¿Quiénes son los niños que asisten a estas escuelas?
¿O será que algunas de las mejores escuelas no aparecen en estos listados porque las medidas simplemente no detectan sus éxitos? Por ejemplo, ¿qué tal si una escuela es buenísima para ayudar a los niños que han sufrido eventos traumáticos? ¿Qué tal si una escuela es buenísima para ayudar a los niños con necesidades especiales?
Las investigaciones revelan claramente que los estudiantes de familias adineradas y educadas suelen comenzar la escuela con una ventaja. Los estudiantes de estas familias suelen aprender a leer antes. Aprenden los números antes. Asisten al prescolar y aprenden las normas escolares más temprano.
Si una escuela inscribe a muchos estudiantes con estas ventajas, tenderá a mostrar buenos resultados en las pruebas estatales. Si la escuela sirve como un filtro efectivo, esto no significa necesariamente que es excelente. ¿Puede o debe una escuela o un distrito considerarse el “mejor” si comienza con estas ventajas y simplemente mantiene la delantera?
Otra manera de considerar la excelencia de una escuela es tener en cuenta el contexto. Es de esperar que obtengan buenos resultados las escuelas en las vecindades exclusivas con muchas ventajas. Pero cuando las escuelas en vecindades ordinarias obtienen buenos resultados, esto es material de Hollywood.
En el 2018, un importante estudio asociado con el proyecto Getting Down to Facts comparó la evidencia de aprendizaje estudiantil en los distritos de bajos recursos y los distritos adinerados, con algunos hallazgos muy interesantes. En comparación con el promedio nacional, los estudiantes de bajos recursos de California empiezan la escuela con una desventaja, pero mejoran a un paso más rápido. En cambio, los estudiantes adinerados mejoran al mismo paso que otros estudiantes adinerados. Según el estudio:
Los estudiantes de California tienen una mayor tasa de mejora que los del resto del país en las puntuaciones medias que se obtienen en las pruebas estatales, y esa tasa de crecimiento tiene una distribución más equitativa. (La única excepción son los distritos más adinerados, los cuales mantienen el paso de los del resto del país.)
Estos hallazgos no indican que las disparidades entre los distritos de bajos recursos de California y los del resto del país son resultado de que los estudiantes aprendan menos, sino sugieren que los niños de familias de bajos recursos tienen menos oportunidades educativas en la niñez temprana y, como consecuencia, entran al jardín de niños con un déficit.
Una escuela no es “mala” simplemente porque sus estudiantes comienzan con una desventaja. El corolario: una escuela no es la “mejor” simplemente porque sus estudiantes comienzan con una ventaja.
Alguna vez, California clasificaba las escuelas como lo hacen estos listados. Pero el estado ha abandonado un sistema de clasificación de un solo número a favor de un Tablero que incluye múltiples medidas. Una advertencia para aquellos que desean ganadores instantáneos y respuestas fáciles: no hay una escuela número uno.
El Tablero examina el desempeño a lo largo del tiempo. Puede enterarse de cómo avanza cada grupo de estudiantes. A continuación, se encuentra un ejemplo proveniente de una escuela de alto desempeño. Muestra cómo se desempeña cada grupo de estudiantes en Artes del Lenguaje.
Mire la columna de la izquierda. Le dice que el desempeño escolar es muy alto.
(Una breve guía sobre los colores. El azul es excelente. El verde significa que le va muy bien. Pero importa la dirección del cambio. Si el desempeño disminuye, el color cambia de azul a verde.
La imagen a continuación es parte de un informe que se llama la tabla cinco-por-cinco, la cual puede ayudarle a detectar los patrones detrás del promedio de los resultados. En esta escuela, los estudiantes de bajos recursos, asiáticos, hispanos, filipinos y blancos, todos en conjunto, obtuvieron puntuaciones en Artes del Lenguaje que los colocan en la categoría de desempeño “muy alto”. Pero estos grupos se muestran en el Tablero con distintos colores del desempeño según la dirección de cambio en sus puntuaciones. Los estudiantes blancos y filipinos mantuvieron o mejoraron su desempeño, así que el color del desempeño para estos grupos es azul. En cambio, los estudiantes asiáticos, hispanos y de bajos recursos obtuvieron puntuaciones que, a pesar de ser muy altas, mostraron indicios de descenso.
Para conocer mucho más sobre el Tablero de escuelas de California, échele un vistazo a la lección 9.7 de Ed100 y siga los enlaces a los artículos del blog.
Estas clasificaciones de las mejores escuelas tienen algo de atractivo. Producen una escuela ganadora y esa es la número uno. Sugieren también, ya sea a propósito o no, que si una escuela no tiene una buena clasificación en el listado, la escuela no es tan buena.
Pero con tan solo mirar ejemplos tomados de estos dos listados de “mejores”, podemos darnos cuenta de que realmente no existe una escuela número uno, número diez ni número veinte. Estos listados discrepan entre sí, a veces drásticamente. Y omiten escuelas con otras medidas de éxito. Si hay una moraleja, esta es que existen muchas, pero muchas maneras de contemplar el éxito.
Entonces, ¿qué debería hacer la próxima vez que alguien hable de qué tan bien se ha clasificado una escuela? Primero, felicite a los estudiantes, maestros y padres. Se requiere mucho esfuerzo para logar la excelencia académica. Pero luego, dé un paso más. Utilice la ocasión para conversar sobre las muchas maneras de medir el éxito, lo que estos listados revelan y lo que omiten.
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